En el último tiempo se han puesto muy de moda las camas bajas, ya que les brindan a los dormitorios una estética muy singular y atractiva. No se puede negar que desde el punto de vista del diseño estas camas son fantásticas, pero también hay que tener en cuenta que se debe medir tanto lo estético como lo funcional
Sin embargo uno de los principales puntos en contra de las camas bajas es que resultan espectacularmente incómodas para aquellas personas que han superado los 40 años. El hecho en sí de dormir a una altura tan pequeña con respecto al suelo no es beneficioso para aquellos que sufren dolencias articulares.
El problema no es acostarse, sino levantarse. Al estar muy bajos hay que hacer una mayor fuerza con brazos y rodillas, algo que no todos pueden hacer a determinada edad. Y ni que hablar al momento de hacer la cama, ya que hay que estar mucho tiempo agachado y eso puede provocar “pinchazos” en la columna.
Fuente: Espacio Hogar